Para el escritor y psiquiatra gaditano Carlos Castilla del Pino, el Quijote es 'prácticamente un tratado de filosofía de la vida humana', y su creador, Miguel de Cervantes, un autor para quien 'toda la vida humana es una vida de ficción'.
Así analizó hoy el escritor, en la primera jornada del curso de El Escorial 'Cordura, locura y música desde el Quijote', a Cervantes y su obra, partiendo del concepto de locura en Don Quijote, y de la relación del capítulo 'El retablo de la libertad de Melisendra' de esta obra cervantina con 'El Retablo de Maese Pedro', la versión escénica y musical de Manuel de Falla del mismo pasaje.No es nuevo este interés de Castilla del Pino (San Roque, 1922) por ofrecer una visión en clave psicológica de libros y sus personajes. El psiquiatra y académico de la Lengua publicó en febrero de este año 'Cordura y locura en Cervantes', una recopilación de siete ensayos, uno de ellos inédito, escritos a lo largo de quince años.
De este libro, que describe algunos de los delirios quijotescos, parte precisamente la idea de este curso dirigido por el propio Castilla del Pino y por el escritor y crítico musical Juan Angel Vela del Campo, quien añade a la obra de Cervantes la perspectiva del mundo de la música.Vela del Campo explicó a la prensa que el curso, patrocinado por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), 'recupera la dialéctica locura-cordura del Quijote y la lleva al arte abstracto de la música', y añadió que enfocar la interpretación de la obra desde diferentes puntos de vista 'repercute en el conocimiento y lectura del Quijote'.
En Cervantes, según el autor de 'Casa del Olivo', hay dos formas de vida, la de la cordura, que supone 'no perder el sentido de la realidad y saber quiénes somos y dónde estamos', y la de la locura, que implica 'una pérdida del sentido de la realidad por parte del sujeto, que no entiende lo que ocurre y actúa inadecuadamente'.'Lo que ocurre cuando el sujeto se sale de la realidad es que superpone ésta a otra realidad, su fantasía', señaló el escritor, que cree que Cervantes diferencia muy bien en la obra entre fantasía e imaginación. 'Mientras que con la imaginación anticipamos una realidad en la que vamos a estar, con la fantasía imaginamos mundos', aclaró. Lo que se produce en Don Quijote es una continua 'dislocación', una palabra cervantina, asegura el psiquiatra, 'que aparece unas 150 veces en su obra y que implica sacar algo de su sitio, igual que un hueso se sale de su articulación'. Para el autor de libros como 'Un estudio sobre la depresión' o 'La incomunicación', la función concreta que cumple la locura en Cervantes, 'que no coincide con la locura de los psiquiatras', es la de 'evitar el infortunio' y 'escapar de tener que aceptar que somos aquellos que no queremos ser'. La locura, por tanto, 'salva al sujeto del infortunio', y además, si fascinan tanto personajes como el Ingenioso Hidalgo es porque su comportamiento, mal visto dentro de la sociedad, 'representa unos ideales que no son prácticos, sino insostenibles, ya que la vida nos ha traído aquí para sufrir', dice el escritor. En cuanto a la relación de Cervantes y Falla, a la hora de interpretar el pasaje donde Don Quijote asiste a la representación del 'Romance de Don Gaiferos y Melisendra', Castilla del Pino explicó que, en ambos casos, el protagonista 'toma la ficción como realidad y la sustituye por su realidad inventada'.
[Fuente: EFE]
2 comentarios:
Muy interesante; me gusta Castilla del Pino, he leido varios libros suyos y éste sobre el Quijote no lo conocía, ¿están publicadas en algún lugar las conferencias de las que se habla en ese artículo?, me encantaría leer más sobre el tema.
Saludos y enhorabuena por tu labor.
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